Cuidado con las clínicas de quita y pon

¿Clínicas de quita y pon? ¿A qué nos referimos con esto? Pues estamos hablando de un tipo de clínicas que cada vez son más frecuentes en todos los lugares de nuestro país. Clínicas que un día aparecen y al siguiente desaparecen para estar en su lugar otra clínica con diferente nombre o, incluso, un despacho dedicado a una actividad diferente.

Últimamente, esto ocurre con frecuencia con las clínicas dentales, especialmente con las que se dedican a los correctores dentales invisibles. Se multiplican los casos de personas que han acudido a una consulta tras leer un anuncio en Internet para este tipo de productos y luego, cuando han tenido problemas, la clínica simplemente ha desaparecido. Porque, en realidad, llamarla clínica era ser muy generoso cuando normalmente no era más que un pequeño despacho en el que una persona, supuestamente odontólogo, se dedicaba a tratar de vender productos de Internet.

Si se sufren consecuencias por el uso del producto, será muy complicado denunciar porque la empresa que lo vende responsabilizará al dentista que te ha atendido del cual, seguramente, no tendrás datos para poder denunciar.

Otro caso también sangrante son las clínicas que han florecido por toda España como franquicias. Estas, ofrecen tratamientos mucho más baratos que otras clinicas dentales Compostela y ofrecen además unas financiaciones muy ventajosas. Con esta excusa suelen convencer al cliente con un presupuesto para arreglar todos los problemas de la boca y financiar el importe total, en lugar de ir pagando cada vez por lo que se le va haciendo. Esto se vende como algo cómodo ya que por una cuota fija, se va arreglando toda la boca.

Pero lo que la gente desconoce es que, una vez que se firma la financiación, la financiera o banco ya entrega todo el dinero a la clínica. Si esta cierra y desaparece de la noche a la mañana, algo que ha sucedido en demasiadas ocasiones, el cliente tendrá que seguir pagando los plazos a la financiera incluso sin acabar de recibir su tratamiento. O sin haberlo comenzado todavía. La deuda no es con la clínica, se le debe el dinero al banco o financiera que adelantó el pago. Por lo que no es posible dejar de abonar. Y comienza entonces un periplo judicial.

Si te encuentras en una de estas situaciones, lo mejor es contratar a un buen abogado especializado en este tipo de demandas. Si vas a comenzar un tratamiento dental, asegúrate de hacerlo con profesionales con experiencia y nombre.