Ons, ejemplo de turismo sostenible

Los problemas que representa el turismo son un tema del que se está hablando mucho últimamente.  Algunas zonas en las que hay un turismo elevado se enfrentan a problemas de vivienda o de suministros, especialmente de agua y en  los meses en los que se concentra la demanda más alta. Cuando se trata de espacios naturales, el problema más importante es que cuando llega demasiada gente a un área natural, esta se acaba alterando y puede incluso perder aquello por lo que la gente acude allí: especies protegidas, paisajes bonitos e incluso una sensación de relax y paz que muchos acuden a buscar a sitios idílicos.

Por eso, son muchos los espacios en los que se comienza a tomar medidas para controlar el número de turistas que acuden. Pero hay lugares que son muy difíciles de controlar. Como se suele decir habitualmente, no se pueden poner puertas al campo y puede resultar complicado impedir que vayan cientos de personas a un espacio concreto. Pero cuando hablamos de lugares como islas, como por ejemplo Ons, el control de los visitantes es más sencillo.

El turismo Isla de Ons está muy controlado. Hay un cupo diario de personas que pueden acudir a la isla en temporada alta, cuando la demanda es muy elevada. Dado que estas personas solo pueden ir a la isla por mar, resulta bastante sencillo realizar un control. Para poder coger un barco rumbo a Ons hay que tener el permiso de la Xunta de Galicia para visitar Ons ese día. Sin ese permiso, no se puede comprar el billete.

En cuanto a los barcos privados, estos también están controlados y necesitan de un permiso para poder fondear en Ons. Si no cuentan con él, se arriesgan a multas importantes y existen controles que se encargan de asegurar que nadie sin permiso se acerque a las costas.

Ons es la única isla gallega que, sin tener un acceso por tierra al continente, está habitada durante todo el año. El número de habitantes desciende cada año y existen viviendas que pueden ser alquiladas para pasar unos días. Pero el permiso sigue siendo necesario, por lo que el control no se reduce por este tema.

El control de visitantes funciona muy bien para evitar que las zonas naturales se masifiquen pero también es muy importante la concienciación de los visitantes y que estos sepan qué pueden y qué no pueden hacer en estos lugares, para que quienes vengan detrás los encuentren igual de apasionantes y bonitos.